La diputada Beatriz Kreitman, de Coalición Cívica ARI, presentó hoy, 1 de julio, un proyecto de declaración solicitando que el Poder Ejecutivo Provincial plantee al Ministerio de Defensa de la Nación la necesidad de reubicar unidades militares, que han quedado en el centro de importantes centros urbanos de la provincia.
Entendiendo que esta decisión requiere enmarcarse en un proyecto mucho más amplio y complejo, la legisladora planteó que "sería de interés que se comenzara con la transferencia de las superficies de terrenos que son necesarias para responder a actuales demandas sociales de las ciudades de Neuquén, Zapala, Junín de los Andes y San Martín de los Andes".
Estableciendo, en dicho proyecto, que en estos casos el Estado provincial compensaría al Ejército Argentino, con terrenos que servirían a las ejercitaciones propias de la actividad militar y que no afectarían a ningún centro poblado.
Kreitman recordó que "el asentamiento de unidades militares en la provincia del Neuquén formó parte de la expansión de las fronteras nacionales para la preservación del territorio de cualquier intento de ocupación externa". Ubicándose en terrenos acordados entre autoridades provinciales y castrenses.
Haciendo referencia a distintos sucesos que ocurren en esta coexistencia de jurisdicciones, que con el crecimiento urbano se han ido complejizando, destacó que "en Neuquén capital, la situación es más complicada. El Ejército preserva aún grandes extensiones en el sector centro sud de la ciudad, en donde opera el Batallón 161. Hace algunos años, se logró la transferencia a la provincia de 127 hectáreas, que están teniendo distintos fines, relacionados con servicios y demandas de la ciudad".
Incluso en estos días, hay una situación de “quasi” litigio entre la Intendencia de la ciudad y las autoridades militares, ante el proyecto de abrir la calle Lanín por terrenos del Ejército, para posibilitar la fluidez del tránsito desde el centro de la ciudad hacia la antigua Colonia Valentina Sur, donde actualmente hay numerosos barrios abiertos y cerrados, en donde viven miles de personas.
La diputada señaló así la necesidad de resolver esta situación, ya que "los problemas se seguirán produciendo en forma permanente, porque las unidades militares que en un principio y por décadas ayudaron al desarrollo de los pueblos, hoy se han convertido en barreras infranqueables, para un crecimiento armónico y planificado".
Proyecto completo:
LA
LEGISLATURA DE LA PROVINCIA DE NEUQUÉN
DECLARACIÓN
Artículo
1) Solicitar que el Poder Ejecutivo Provincial
plantee al Ministerio de Defensa de la Nación la necesidad de reubicar unidades
militares, que han quedado en el centro de importantes centros urbanos de la
provincia;
Artículo
2) Que si bien
reconoce que una decisión de esta naturaleza debe enmarcarse en un proyecto
mucho más amplio y complejo, sería de interés que se comenzara con la
transferencia de las superficies de terrenos que son necesarias para responder
a actuales demandas sociales de las ciudades de Neuquén, Zapala, Junin de los
Andes y San Martín de los Andes.
Artículo
3) En estos casos, el estado provincial
compensaría al Ejército Argentino, con terrenos que servirían a las
ejercitaciones propias de la actividad militar y que no afectarían a ningún
centro poblado.
Artículo
4) Comuníquese al
Poder Ejecutivo Provincial.
FUNDAMENTOS
El
asentamiento de unidades militares en la provincia del Neuquén formó parte de
la expansión de las fronteras nacionales para la preservación del territorio de
cualquier intento de ocupación externa.
El Ejército
tuvo ese rol en nuestra provincia. Por muchos años, las distintas unidades no
solamente constituyeron un eslabón de la defensa, sino que ayudaron a la
consolidación de pueblos que, entonces, estaban lejos de todo y de todos.
La
instalación de unidades militares se produjo en los terrenos que las
autoridades civiles y castrenses fueron acordando, en tiempos en que la
existencia de amplísimos espacios vacíos, simplificaba la elección y selección
de terrenos.
Salvando el
caso del Comando de la Brigada VI, actual, y de su barrios de oficiales y
personal subalterno, en la ciudad de Neuquén, el resto de los “cuarteles” se
fue instalando en la periferia, alejado de los centros poblados.
Por
décadas, esa coexistencia de jurisdicciones no afectó a nadie. Pero el
crecimiento de todas las poblaciones fue avanzando sobre las unidades
militares, dejándolas en el centro en algunos casos, y en otras “chocando”
contra ellas y debiendo desviar su expansión hacia otros puntos cardinales.
La ciudad
de Zapala, por ejemplo, tiene clausurado su desarrollo hacia el sur, y los
nuevos barrios se han debido desarrollar hacia los sectores altos.
La
localidad de Las Lajas, no tiene estos problemas, porque la guarnición militar
se instaló lejos de la población original; pero aquí también hay que empezar a
realizar previsiones, porque el pueblo avanza hacia las alturas, hacia la vera
de la ruta nacional, que conduce a Copahue-Caviahue o hacia el paso internacional
de Pino Hachado.
San Martín
de los Andes y Junín de los Andes, también han llevado sus barrios a colindar
con las amplias extensiones de tierra que tiene el Ejército. En la primera de
las localidades citadas, en estos días la Intendencia está “negociando” con el
Ejercito un terreno en donde reubicar su terminal de colectivos, que también ha
quedado en un lugar céntrico e incómodo para las empresas que operan, además de
constituir un obstáculo la circulación de grandes unidades de transporte de
pasajeros por el centro de la ciudad.
En Neuquén
capital, la situación es más complicada. El Ejército preserva aún grandes
extensiones en el sector centro sud de la ciudad, en donde opera el Batallón
161. Hace algunos años, se logró la transferencia a la provincia de 127
hectáreas, que están teniendo distintos fines, relacionados con servicios y
demandas de la ciudad.
En estos
días, hay una situación de “quasi” litigio entre la Intendencia de la ciudad y
las autoridades militares, ante el proyecto de abrir la calle Lanín por
terrenos del Ejército, para permitir un acceso o egreso fluído y directo desde
el centro de la ciudad hacia la antigua Colonia Valentina Sur, hoy convertida
en numerosos barrios abiertos y cerrados, en donde viven miles de personas.
De mantenerse
esta situación, los problemas se seguirán produciendo en forma permanente,
porque las unidades militares que en un principio y por décadas ayudaron al
desarrollo de los pueblos hoy se han convertido en barreras infranqueables,
para un crecimiento armónico y planificado.
Somos
conscientes que no es sencilla esta planificación, pero hay una necesidad de adecuar la política de
defensa a las innovaciones y necesidades de estos tiempos.
Pero a los
problemas, por más complejos que sean hay que encararlos, para que no se
conviertan en crónicos y fuentes de otros problemas.
En lo
inmediato, proponemos que el Estado neuquino ofrezca al Ejército otros terrenos
de la misma dimensión que los que posee hoy para sus maniobra y ejercitaciones
–acciones riesgosas al estar rodeados sus escenarios de poblaciones- y empiecen
a desafectarlos y transferirlos a los municipios, que es la jurisdicción que
les corresponde.
Interpretamos
que es una necesidad la que estamos planteando, en un momento en donde los
problemas existen pero aún no se manifiestan con crudeza extrema. Pero de no
tomarse medidas, seguramente en un futuro cercano sufriremos las consecuencias
de esta falta de decisión.
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