“Como
pocas veces, un alto funcionario del gobierno provincial ha reconocido el
fracaso oficial de sus políticas sociales, lo que ha desembocado en el clima de
violencia y el enraizamiento del comercio de drogas en la comunidad neuquina
con todas sus terribles consecuencias”, expresó la diputada Beatriz Kreitman de
CC ARI.
Y
mencionó que “el jefe policial – de reconocida militancia en el MPN- manifestó
esta mañana que es insuficiente la labor de su fuerza, para atacar el flagelo y
que se necesitan políticas integrales y redes sociales de contención. Nada
nuevo. Es elemental ese concepto”.
“Todo
lo que hace el gobierno, con total convencimiento, son acciones
superficiales, que no sacan a nadie de su estado de necesidad, que no van a la
solución de fondo, que es la eliminación de la pobreza material como
intelectual y afectiva. El negocio es sumir a las personas en un estado de
dependencia permanente. Medrar con la pobreza y las necesidades más
elementales”.
Kreitman
señaló que “en la continuidad de sus formas de tratar la pobreza y la
indigencia, los gobernantes ignoraron la aparición de un fenómeno
contemporáneo, como el consumo y tráfico de drogas. Y si lo advirtieron,
imposible no hacerlo dada la expansión que ha tenido, lo subestimaron o miraron
para otro lado”.
Y
recordó que “el Estado neuquino fue desmantelando paulatinamente todos los
programas sociales, en forma sistemática demostrando una política de abandono y
de exclusión para la población de mayor vulnerabilidad”.
La
legisladora recordó que “desde hace años desde Coalición Cívica-ARI, a nivel
nacional y provincial, venimos no solo advirtiendo sino elaborando propuestas
sobre la evolución de este flagelo. Y mencionó que “presentó en julio del 2013 el
Proyecto de Ley denominado “Dispositivo Provincial de Prevención y Erradicación
de la Violencia Urbana”, como experiencia de referencia para ser replicado en
el conjunto de barrios de la ciudad de Neuquén”.
En
este proyecto se plantea que “el no cumplimiento de la Ley 2302 permite el
avance de los grupos que atentan contra la población desprotegida, en este caso
los niños y adolescentes.
El
problema no es solo la droga sino que hay que hacer una evaluación integral de
la situación social de la población que está en desventaja, presentando escasa
o nula accesibilidad a:
•
Los servicios públicos esenciales.
•
La vivienda digna.
•
La salud.
•
La educación.
• Los
espacios recreativos y a las actividades de disfrute, deportivas,
culturales-artísticas; la convivencia social.
La
forma violenta, con la que conviven cotidianamente desde sus orígenes, hace que
aprehendan a resolver los conflictos de esta manera”.
Kreitman
denunció una vez más que estas situaciones reflejan la ausencia de políticas
públicas integradoras y sustentables. Por eso remarcó que “tenemos que
superar la etapa de diagnóstico eterno de esta provincia y las respuestas
espasmódicas que solo tienen a diluir en el tiempo la preocupación de la
comunidad o la resolución del problema”. Y señaló que “se debe cumplir con la
Ley madre 2302”.
La
violencia en todas sus manifestaciones, con el componente altamente peligroso
del comercio y consumo de drogas, domina el ambiente en la capital neuquina y
otros centros urbanos de la provincia. “El estado, empezando por su gobernador,
sus colaboradores y los intendentes, deben despertar, abandonar la actitud de
dejar hacer, y poner todos los recursos para desterrar de la vida de toda la
población, la atracción que ejercen las bandas de narcotraficantes ya
instaladas y dominando importantes espacios de la provincia”.
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